Los avances tecnológicos permiten soluciones innovadoras a los desafíos mundiales más urgentes de nuestra época, como la contaminación.
La rápida industrialización ha dado lugar a innumerables accidentes que han contaminado los recursos naturales en el planeta con materiales tóxicos y otros contaminantes, amenazando a las personas y los ecosistemas con graves riesgos para la salud.
El uso cada vez más generalizado e intensivo de materiales y energía ha originado una creciente presión en la calidad de los ecosistemas locales, regionales y mundiales.
Para tratar de atenuar esta situación, los expertos se han encargado de buscar soluciones que puedan ayudar a limpiar el aire de las grandes urbes, y esta vez la gran aliada es la tecnología.
De acuerdo a la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), el cemento es el componente principal del hormigón. Y la producción de hormigón es la responsable del 3.4% de la generación de dióxido de carbono en el mundo. Investigadores de la Universidad de Puerto Rico trabajan con nanomateriales para contrarrestar la contaminación generada por la fabricación del hormigón.
Una de las estrategias más novedosas para la limpieza ambiental es utilizar bacterias que se alimentan de los residuos tóxicos. Esta técnica se ha empleado exitosamente en casos de derrame de petróleo, en agua y suelo. Hoy, la biotecnología moderna puede modificar genéticamente bacterias para hacer más eficiente este trabajo de descontaminación.
Científicos de la Universidad de Tecnología de Eindhoven se encuentran desarrollando un químico activo capaz de absorber sustancias contaminantes como los óxidos de nitrógeno y transformarlos en otros menos contaminantes, como por ejemplo el nitrato. Esta sustancia se rocía sobre el pavimento y se fija en la superficie, transformando el suelo en un fotocatalizador capaz de aminorar el impacto contaminante de los vehículos. Las pruebas realizadas demostraron que puede reducir el óxido de nitrógeno hasta en un 45%.
Los autos con celdas de combustible han sido una promesa de muchos años, pero ahora ya salen a la venta. A diferencia de las baterías, que deben cargarse con una fuente externa, las celdas de combustible generan electricidad directamente gracias a combustibles como el hidrógeno o el gas natural. El hidrógeno tiene una combustión limpia y solo produce vapor de agua como residuo, por lo que los vehículos con celda de combustión de hidrógeno serán sin emisiones, un factor importante a la hora de reducir la contaminación del aire.
Los plásticos termoestables reciclables, debido a su resistencia son una parte vital de nuestro mundo moderno y se utilizan en todo, desde teléfonos móviles y placas de circuitos, hasta en la industria aeroespacial. En esta área se han descubierto nuevos polímeros termoestables reciclables que pueden utilizarse en nuevos productos, por lo que si esta innovación se implementa por completo deberá acelerar el movimiento hacia una economía circular con una gran reducción del residuo plástico en vertederos. Y se espera que para 2015 se encuentren en todas partes en los nuevos productos fabricados.
El purificador Rowenta Intense Pure Air es un desarrollo tecnológico enfocado a liberar de contaminantes el aire intramuros que se respira en hogares y oficinas principalmente.
Fuente: TecnoCiencia y Salud, United States Environmental Protection Agency (EPA), Foro Económico Mundial.