Actividades que haces en tu casa y afectan la calidad del aire

Todos sabemos de los altos niveles de contaminación en la calle, pero en la casa, nosotros contribuimos a que el aire que respiramos se contamine más. Descubre qué puedes al respecto. 

Generalmente asumimos que el aire interior de los edificios o de las casas es más limpio que el de las calles. Por lo menos en las grandes ciudades, el interior de una oficina o de un hogar generalmente huele mejor que una de las avenidas principales, sin embargo, asumir que por esta razón el aire del exterior es más tóxico podría ser un grave error.

Existen muchas enfermedades de las vías respiratorias que se deben al uso excesivo de químicos y aerosoles, y la falta de higiene y ventilación en los hogares.

Algunas de las cosas que hacemos o que tenemos en casa y que contaminan el aire que respiramos son:

• El humo del tabaco es una fuente puntual de contaminación, por eso, fumar en un ambiente cerrado puede perjudicar la salud de las personas, no sólo del que fuma, sino de los que lo rodean.

• Al permitir que los vegetales entren en fase de descomposición, ya sea en un traste o en el bote de basura existe concentración de gas metano, generado por la descomposición.

• La quema de gases y las partículas que resultan del proceso de combustión son la principal fuente de contaminantes al interior de edificios en el mundo. Se estima que los gases producidos por estufas de uso doméstico (categoría que incluye chimeneas, hornos y calentadores) causan la muerte de 4 millones de personas al año.

• Cuando usamos aerosoles no sabemos que llenan de químicos fuertes el aire, sustancias que irritan las vías aéreas y los pulmones. Estos químicos se adhieren a las partículas de polvo en el aire y son inhalados hacia el tracto respiratorio.

• Diariamente convivimos con los compuestos orgánicos volátiles (COV’s), éstos son compuestos que emiten vapores que contaminan el medio ambiente y pueden ser peligrosos para la salud. Se encuentran en una amplia variedad de productos, desde pintura, pegamento, impresoras, hasta cortinas de baño. Los niveles interiores de COVs son hasta 5 veces mayores a los del exterior.

• Uno de los compuestos orgánicos volátiles más peligrosos y conocidos es el formaldehído, que se encuentra en pinturas, algunas fibras sintéticas, barnices para maderas y azulejos de linóleo.

• Las cortinas, junto con las alfombras, son los principales imanes para el polvo. Cada vez que las cortinas se abren y se cierran, el polvo se libera al aire desde donde puede ser inhalado y causar irritación del tracto respiratorio. Si tienes que utilizar cortinas, lávalas semanalmente en agua caliente.

• La ducha crea un medio húmedo, que favorece el crecimiento de los agentes contaminantes biológicos. Con cada ducha, las bacterias y hongos se acumulan y crecen sobre la cortina de baño. Durante la ducha, las esporas de los hongos pueden pasar al aire desde donde se pueden inhalar y agravar el tracto respiratorio. Si advierte que se están comenzando a formar áreas negras, reemplácela o quítela y restriéguela con un limpiador doméstico, enjuague cuidadosamente y extiéndala para que se seque.

• Cuando usamos pesticidas, casi todos ellos son tóxicos, debemos controlar su uso y más si se trata de espacios cerrados, debido a que no sólo daña el medio ambiente y el aire que respiramos. Los síntomas de una exposición a pesticidas varían de dolores de cabeza y nausea hasta un riesgo más alto de padecer cáncer y daños cerebrales.

• A la hora de limpiar la casa creemos que con ponerle cantidades mayores de productos de limpieza a la cubeta con que se trapea quedará más limpio y no es así, lo que se provoca es que mientras más productos usemos, más se contamina el aire que respiramos y generamos olores tan fuertes que hasta nos ahoguemos.

Una de las razones por las que el aire se contamina dentro de casa es que no se renueva, como ocurre siempre en el exterior. En lugares cerrados esto no ocurre porque no circula aire naturalmente y se corrompe. La mejor manera de permitir este proceso es simplemente abriendo las ventanas alguna vez al día y durante al menos una hora, o bien, mediante sistemas de purificación del aire que son como aspiradoras que de forma constante están filtrando el aire para mantenerlo limpio y puro.

Fuente: Stacey Lloyd es asesora de enfermedades pulmonares, Ecoosfera.