La contaminación del aire es uno de los problemas más severos a nivel mundial, tanto en ambientes interiores como exteriores, pero ¿sabes cuál está más contaminada?.
Los habitantes de las ciudades pasan entre 58% y 78% de su tiempo en un ambiente interior que se encuentra contaminado en mayor o menor grado. La contaminación del aire en interiores se debe tanto al aire exterior como a la que se genera con ciertos elementos y materiales en el interior.
La calidad del aire en el interior de un edificio está en función de una serie de parámetros que incluyen la calidad del aire exterior, el diseño del sistema de aire acondicionado, las condiciones en que este sistema trabaja y se revisa y la presencia de fuentes contaminantes y su magnitud.
Estos contaminantes incluyen los que pueden estar presentes en el aire exterior que se introduce en el edificio y los originados por las actividades interiores, el mobiliario, los materiales de construcción, los recubrimientos de superficies, los tratamientos del aire, así como los productos químicos utilizados para limpiar o dar mantenimiento a muebles y alfombras.
De acuerdo con la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés), los niveles en entornos interiores se componen de diversos contaminantes distintos y pueden ser entre dos y cinco veces más altos en entornos interiores, y algunos contaminantes pueden tener un nivel hasta 100 veces mayor que en los ambientes exteriores. La mala calidad del aire en interiores es uno de los principales riesgos para la salud pública, señala la EPA.
La Organización Mundial de la Salud señala que el aire exterior en Bangkok o Pekín es quizás diez veces más contaminado que el ambiente en la limpia ciudad de Berlín, por mencionar un ejemplo. Pero el aire interior típico en una casa del tercer mundo con una chimenea abierta es diez veces más contaminado que Bangkok o Pekín.
Todos los días, especialmente las mujeres y sus hijos pequeños, inhalan cantidades de humo equivalentes al consumo de dos paquetes de cigarrillos. Es por eso que la contaminación del aire interior mata a 4.3 millones de personas al año, siendo una de las principales causas de muerte a escala mundial.
Factores que afectan la calidad del aire en ambientes cerrados
A modo de resumen se puede concluir que las deficiencias más frecuentemente encontradas son consecuencia de alguno(s) de los factores siguientes:
Una ventilación inadecuada, generalmente es debida a:
a. Un insuficiente suministro de aire fresco, como consecuencia de una elevada recirculación del aire o de un bajo caudal de impulsión.
b. Una mala distribución y, consecuentemente, una mezcla incompleta con el aire exterior, que provoca estratificaciones del aire y diferencias de presión entre los distintos espacios y zonas del edificio.
c. Una incorrecta filtración del aire debido a un mantenimiento incorrecto o a un inadecuado diseño del sistema de filtración.
d. Una temperatura del aire y humedad relativa extremas o fluctuantes.
La contaminación interior
Puede tener como origen al propio individuo, al trabajo, a la utilización inadecuada de productos (pesticidas, desinfectantes, limpieza, abrillantado), a los gases de combustión (fumar, cafeterías, laboratorios) y a la contaminación cruzada procedente de otras zonas poco ventiladas que se difunden hacia lugares próximos y los afectan.
La contaminación exterior
Entrada en el edificio de humos de escape de vehículos, gases de calderas, productos utilizados en trabajos de construcción y mantenimiento (asfalto, por ejemplo) y aire contaminado previamente desechado al exterior, que vuelve a entrar a través de las tomas de aire acondicionado. Otro origen puede ser las infiltraciones a través del basamento (vapores de gasolinas, emanaciones de cloacas, fertilizantes, insecticidas, incluso dioxinas y radón).
Está demostrado que al aumentar la concentración en el aire exterior de un contaminante, aumenta también su concentración en el interior del edificio, aunque más lentamente, e igual ocurre cuando disminuye.
Fuente: Instituto Nacional de Seguridad e Higiene de España, OMS, EPA.