Pintura para eliminar la contaminación intramuros

Gracias al desarrollo de la fotoquímica en materia ambiental, ya se cuenta con una fórmula para convertir cualquier superficie en un arma contra la contaminación urbana.

El cemento es el material más utilizado en el sector de la construcción presente de manera continua en casi todos los espacios de nuestra vida diaria, los cuales soportan unos niveles de contaminación elevados.

La fotoquímica desempeña un importante papel tanto en los procesos químicos, biológicos y medioambientales, y un ejemplo es la fotocatálisis.

La fotocatálisis es una reacción de oxidación que se produce cuando coinciden tres factores: dióxido de titanio (que actúa como catalizador), oxígeno y luz, ya sea ultravioleta o luz visible. Cuando tiene lugar, la reacción neutraliza los óxidos de nitrógeno (NOx), uno de los gases contaminantes más habituales en las ciudades, que proviene de las emisiones del tráfico. Es similar a la fotosíntesis de las plantas, que cuando reciben luz pueden transformar el dióxido de carbono en oxígeno.

Con ello se busca aprovechar la reacción química de tal forma que los gases contaminantes se conviertan en otro producto el cual no sólo resulta más fácil de eliminar sino de procesar, eso provoca una reducción de los gases contaminantes que emanan sobre todo de los automóviles y reduce su presencia en el aire.

Además mantiene los objetos visiblemente más limpios, ya que evita el crecimiento de bacterias y hongos, y tiene un efecto deodorante. Y no solo en el exterior, también en el interior de casas, oficinas, escuelas, hospitales y otros recintos cerrados, la fotocatálisis puede tener su aplicación.

Resulta una sencilla y eficaz fórmula para combatir la contaminación ambiental pero además cuenta con un valor añadido que lo convertiría no sólo en un aliado potente en la lucha contra la contaminación: el producto resulta muy accesible económicamente. Este producto se puede aplicar a los elementos urbanos más comunes, rociando el mismo en formato spray, incorporarlo en el cemento, mezclarlo con la pintura de las fachadas de los edificios.

Lo mismo sucede en los interiores, pues los gases que antes se “pegaban” (seguramente recuerde algún edificio donde el hollín es notorio) con la fotocatálisis se convertiría en polvo pero con una ventaja añadida, pues ante la reacción los gases se convierten en una sustancia más pesada que el polvo.

Por lo tanto, la mayoría se retiran o bien naturalmente con el efecto de la lluvia o bien en grandes ciudades cuando actúan los equipos de limpieza, como puede ser las barredoras mecánicas, en resumen, es una forma efectiva y económica de combatir la contaminación ambiental.

Experiencias exitosas en fotocatálisis ya existen, Japón lleva algunos años aplicando este sistema de forma casi habitual en ambos, los precios son algo más caros que otros empleados pero el mismo se abate por sí solo al reducir los costos en el sistema sanitario, de hecho de forma sensible.

Si además de contar con este tipo de desarrollo usamos el purificador Intense Pure Air de Rowenta que cuenta con cuatro niveles de filtración que se adapta a todos los tipos de contaminación en interiores, tendremos la oportunidad de respirar aire puro.

Fuente: Asociación Ibérica de la Fotocatálisis