El humo del tabaco, productos de limpieza, calentadores de agua, alfombras y ciertas telas podrían ser la causa de alergias y enfermedades respiratorias para ti y tus hijos.
¿Cuántas veces no hemos escuchado que antes los niños eran más sanos? Padecimientos como el asma o las alergias no eran tan comunes, no obstante, hoy es una realidad que podría ser consecuencia de diversos productos o materiales de uso diario en los hogares.
Los contaminantes ambientales como: humo ambiental de tabaco, formaldehídos, radón, fibras minerales, isocianatos y resinas epoxídicas, han sido identificados como algunos de los principales riesgos emergentes que pueden aumentar el riesgo de enfermedades como: alergias, asma, trastornos de la fertilidad y cáncer.
Pero, ¿Cuáles son esas sustancias contaminantes y dónde las puedes encontrar? A continuación te lo decimos:
Monóxido de carbono (CO): Los motores de gasolina son la principal fuente de monóxido de carbono. En el hogar, las calderas de gas defectuosas pueden liberarlo, también las estufas de carbón, braseros, hornos, el sistema de calefacción y el consumo de tabaco. Por tanto, la presencia de este contaminante en interiores está relacionada con garages, cocinas, calentadores de agua, toma inadecuada del aire exterior y presencia de fumadores.
Dióxido de carbono (CO2): Tiene numerosas utilidades, entre ellas: líquidos de refrigeración, extinción de incendios y como gas conservante. La principal preocupación ambiental con el dióxido de carbono es el papel que desempeña este compuesto como un gas de efecto invernadero que influye en el cambio climático.
Óxidos de Nitrógeno (NOx): Está relacionado con la quema de combustibles, fuentes móviles (vehículos), procesos industriales y algunos procesos naturales (relámpagos, microorganismos del suelo). En ambientes interiores la principal fuente de emisión son la calefacción, las estufas de gas y el humo del tabaco.
Dióxido de Azufre (SO2): En ambientes interiores los niveles presentes son muy inferiores a los del exterior, siempre que no existan estufas de queroseno, calderas o chimeneas.
Partículas en suspensión PM10 y PM2.5: Se encuentran presentes en casa o en todos los ambientes interiores procedentes principalmente de aparatos de combustión y del humo del tabaco. También pueden tener origen biológico como el polen, esporas, bacterias y hongos.
Amianto o asbesto: Podemos encontrarlo en elementos estructurales como paredes, puertas, baldosas, fachadas de edificios, pisos de linóleo, tejados, recubrimientos y pinturas texturizadas. Sistemas de calefacción como aislante térmico en tuberías, calentadores y calderas. Cañerías de agua corriente y residual, válvulas, juntas, depósitos de agua potable e instalaciones eléctricas.
Ozono: Máquinas fotocopiadoras, impresoras láser, equipos electroestáticos para purificación de aire, motores eléctricos.
Compuestos orgánicos volátiles (COVs): Dichos compuestos son ampliamente utilizados en la fabricación de diversos productos, materiales decorativos y de construcción: pinturas, barnices, pegamentos, limpiadores, madera, alfombras, telas, aromatizantes, insecticidas.
Formaldehídos: Los encuentras en conglomerados de madera, barnices, lacas, pegamentos, fibra de vidrio, alfombras, telas que no requieren planchado, productos de papel y ciertos productos de limpieza y desinfección, humo de tabaco.
Radón: Los niveles interiores dependerán de las características geológicas del terreno, de los materiales de construcción utilizados y el grado de ventilación del edificio.
Contaminación Biológica: Bacterias, Virus, Mohos y levaduras, ácaros, además de los producidos por los animales que tenemos en casa como perros, gatos o aves, o la causada también por insectos, roedores, polen. La contaminación biológica se encuentra en el polvo, las telas, en la humedad, en el aire.
La calidad del ambiente en interiores depende en gran parte del correcto diseño, higiene, mantenimiento y funcionamiento de los sistemas de ventilación que tengamos.
Fuente: Environmental Health Criteria, OMS, Building Air Quality. EPA and NIOSH.